Las innovaciones para mejorar la calidad del vino que Grupo Partner piloteará en la próxima vendimia
Está validando tecnología y productos basados en nutrientes con la Universidad de Talca. Entre ellos, una máquina de rayos ultravioleta C que permite mejorar la resistencia de la planta, la que será probada en Concha y Toro.
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Grupo Partner, fundada hace más de tres décadas en Chile por el francés Jean-Marc Besnier, ha centrado su trayectoria en adaptar tecnología extranjera y realizar investigación y desarrollo (I+D) para la industria vitivinícola. Hoy, junto al Centro de la Vid y el vino de la Universidad de Talca, está validando innovaciones, basadas en la nutrición, para mejorar la calidad del vino.
Besnier cuenta que hace unos 15 años decidieron crear un área de I+D para adaptar la tecnología e innovación de países como Francia e Italia a la realidad de los viñedos chilenos. En 2012 instalaron un laboratorio, contrataron profesionales externos de áreas como microbiología para “asesorarse”, y expertos extranjeros, como el viticultor, Jean Pierre Cousinié, “para acompañarnos”. “No podíamos inventar la rueda, tenía que tomar la tecnología que ya existía y adaptarla a Chile”, dice.
Bajo el nombre de Partnervid otorgan asesoría y un conjunto de soluciones para mejorar la calidad de la uva, entre ellas, productos de nutrición para optimizar la madurez de la vid, para combatir la degradación del suelo y para proteger a las plantas del estrés, programa al que van sumando nuevas soluciones y tecnología.
Besnier cuenta que una de las líneas de investigación es la adaptación de la metodología creada por Cousinié, basada en la nutrición de la vid para mejorar la calidad de la uva. Hoy están trabajando con la Universidad de Talca para profundizar el trabajo de Cousinié y adaptar los productos de nutrición a los efectos del cambio climático, abordando aspectos como la deshidratación de la planta y la falta de agua, y su resistencia a condiciones de calor extremas.
“El objetivo es que puedan validar lo que ha hemos desarrollado en nuestro laboratorio y eventualmente mejorarlo. Ya tenemos productos que vamos a probar en la vendimia de 2023, es un piloto donde la universidad monitoreará las variables para determinar potenciales mejoras”, adelanta Besnier.
Acaban de adquirir una máquina de rayos ultravioleta C, UVBoosting, que tras su aplicación, genera en las plantas una hormona de resistencia a la agresión, la que les permite resistir mejor la falta de agua u hongos.
“Haremos un ensayo general con Concha Toro para validar que la tecnología permite a la planta resistir mejor y utilizar menos químicos y ayudar a los cultivos orgánicos a tener muy poco tratamiento de azufre para tener una uva de calidad”, dice.
Automatización de viñedos
Besnier comenta que también están trabajando en un portafolio tecnológico para automatizar la gestión agrícola de viñedos, basado en la captura de datos por medio de sensores, fotos satelitales infrarrojas multiespectrales e incluso, drones voladores y rodantes.
La idea es que la información recolectada sea analizada con machine learning (aprendizaje de máquinas) e inteligencia artificial, para que, a futuro, el sistema tome las decisiones en forma automática.
Ya establecieron los elementos que medirán -agua, temperatura, nutrición y suelo– y ahora están en conversaciones con terceros, como la U. de Talca, para el desarrollo de los algoritmos.
En paralelo están avanzando en el hardware. Están realizando pilotos con imágenes satelitales infrarrojas multiespectrales, las que permitirán detectar un problema y la zona de ocurrencia, por ejemplo, humedad, para luego enviar un dron a tratarlo. El plan es pilotear los drones en un año más y ofrecer un portafolio de automatización más completo en dos años.